El anacardo es la semilla de un árbol frutal que se encuentra principalmente en países de climas tropicales, como Cambodia, Vietnam, India; pero también en partes del Este y Oeste de África y Brasil.
Esta semilla, de color blanco o marfil, se encuentra en el interior de una nuez en cáscara que está adherida a un fruto, una especie de manzana y/o pera, pero que cuenta con muy poca consumición. Esta cáscara contiene un aceite tóxico que debe eliminarse antes de comenzar con el proceso de descascarado y procesado del anacardo.
A pesar de este proceso de producción tan complejo, el anacardo se considera uno de los frutos secos más sanos por su perfil nutritivo. Siendo su índice de grasa incluso menor que para las almendras o nueces.
También destaca por sus altos valores minerales del cobre y magnesio, destacando también por sus altos valores de hierro, zinc, fósforo y selenio.
Este conjunto de valores nutricionales se traduce en diversos beneficios de la salud, como por ejemplo, ayuda a bajar el colesterol y los triglicéridos, fortalece los huesos o contribuye al buen estado del sistema nervioso.